miércoles, 26 de marzo de 2014

Caso práctico para vosotros, lectores

Hola amiguetes de Desvaríos Compartidos. Sí, sí, ya sé que hace una semana que no escribo. Lo sé, en serio. Pero no me presionéis, tengo mis razones, me falta tiempo, no me forcéis, ¡vosotros no sabéis nada de mi! ¡Vosotros no sois mi verdadero padre!

Hoy os traigo un post facilito, mascadito, cortadito... Vamos, que me habéis pillado con el carrito de los helados. Soy el típico profesor de gimnasia que no tiene ganas de trabajar y entonces saca la bolsa de los balones para que todo el mundo esté contento y se pase la hora rápido...
Aun así, requiero de interacción por vuestra parte. Vamos a dejarnos de tanta teoría. Os traigo un caso práctico. Después de aprender... básicamente... nada durante estas primeras semanas del blog, quiero probar vuestros mínimos conocimientos adquiridos y vuestra experiencia.

Ya estáis al tanto de que, encima de mi habitación, vive el fantasma de una mujer loca que canta ópera y toca los huevos, ¿verdad? Pues quiero que os pongáis en mi lugar. ¿Qué haríais vosotros para acabar con la expansión del cáncer de tímpano que me está provocando? Hay unas reglas, amiguetes:

  1. A ser posible, no entrar en la descalificación. Ante todo, somos caballeros y señoras. Tenemos una educación y unos valores que no pueden arrastrarnos hasta el insulto. Además, no porque esta hija de la gran puta tenga unos gustos de mierda, voy a rebajarme al nivel de un macarra de barrio. Espero que eso quede claro.
  2. No me vale el macabro plan de raptar a su dulce canario y dejar una nota de advertencia. Tampoco apuñalarlo con nocturnidad y alevosía. No tiene canario.
  3. El rock no amansa a las fieras. He probado a reproducir las canciones más agitadas de Nirvana y los Foo Fighters a todo volumen pero solo parece estimularla para seguir adelante con sus maliciosos planes.
  4. Además, he descubierto que el abominable fantasma del piso de arriba cuenta con otro arma mortífera: un trombón. Tampoco parece que se le de muy bien. El otro día, cuando mi compañero de piso comenzó a berrear para contrarrestar los propios alaridos del fantasma de la mujer de arriba, ella contraatacó con esto:



Escalofriante, ¿verdad? Casi tanto como darte cuenta de los cinco minutos de vida que has perdido leyendo estas sandeces (yo es que leo muy lento). ¿No te cuestionas ahora "cuál es el sentido de la vida"? O, "¿por qué pierdo yo el tiempo leyendo a este idiota?" O, "si hubiera prestado tanta atención en las clases como la que presto en este blog, quizás sería... no, no, seguiría sin ser un ingeniero".

Ya sé que mi semana suena un poco aburrida. Lo más gracioso que me ha pasado fue ver a una treintañera borracha caer en los tentáculos de un viejuno de 70 en una fiesta que fue lo más parecido a una orgía con ropa que he visto jamás. Pero de eso quizá os hable más adelante. Hasta entonces, os dejo una reflexión y os prometo que estoy trabajando en otro vídeo mierder y en más posts.
¡Un bratzo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario