jueves, 6 de marzo de 2014

El flautista de Ham... de su puta madre

Y éste, señores, éste es el rostro del terror. Este personaje es responsable de haber causado y seguir provocando incontable dolor en la humanidad. Theobald Böhm, el inventor de la flauta moderna.



Aunque realmente se trata de un pobre cabeza de turco que me acabo de buscar en la Wikipedia, puesto que se puede afirmar que la pesadilla
flautera empezó allá cuando
el hombre comenzó a imitar los sonidos de la naturaleza.

Hoy tan solo quería ponerle cara a la persona que tantas y tantas siestas se ha cargado. Este hombre retó a todos y perfeccionó el instrumento del infierno. La maldita flauta que ideó este caballero es el modelo de todas las putas flautas contemporáneas. Esas putas flautas que se meten los críos del portal de al lado en la boca para empezar a crear mediante soplidos la criptonita del hombre moderno y atacar sin escrúpulos nuestros tímpanos. Eso sí, siempre a una hora prudencial, justo cuando la víctima de este terrorismo acústico cierra los ojos para descansar un ratito. 

Escribo todo esto sin acritud, no se crean que soy un nazi anti flautistas, es que simplemente me gustan más los instrumentos de cuerda... Pero si viera una flauta por la calle le daba una paliza que no iba a sonar en unos cuantos meses. Es más, quemaría con satisfacción hospitales de flautas, vendería droga a las puertas de un colegio de flautas y, si se me fuera un poquito la olla, encabezaría un movimiento anti flautas hasta provocar un flauticidio en el mundo. Pero estoy muy cuerdo y sereno para todo eso... 

Yo solo venía a darles la chapa porque los niños que viven aquí al lado ya me la han dado a mi con sus putos palitos agujereados...


Aquí lo tienen, caballeros, Theobald Böhm (1794-1881). No te levantes nunca

El consejo de hoy es: no le den nunca una flauta a sus hijos. Nunca.



Y hasta aquí mis desvaríos de hoy. ¡Un bratzo!

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